¿Se puede ir en botas todo el día?

 

Un buen ajuste es esencial para llevar botas durante todo el día

Tanto si planeas una excursión como si trabajas en una fábrica, pronto te darás cuenta de que llevar unas botas que se ajusten bien marca la diferencia. No importa si llevas botas de montaña, botas de caminar o botas de trabajo: si no te ofrecen el apoyo adecuado, causarán estragos en tus pies y en tu espalda. 

En un mundo ideal, te las harían a medida para que disfrutases de la máxima comodidad. Pero como eso es un lujo que no todo el mundo puede permitirse, aquí te contamos los aspectos que debes tener en cuenta a la hora de comprar tus botas.

 

Aspectos clave para tener en cuenta

Cuando compres botas de trabajo para estar de pie durante todo el día, debes asegurarte de que no te aprieten demasiado. Recomendamos comprar al menos media talla más que tu calzado habitual y, a veces, incluso una talla entera. 

Así, podrás llevar calcetines gruesos y acolchados para suavizar la pisada o ponerles una plantilla para que se ajusten mejor al pie. Además, cuando hace calor (y sobre todo después de pasar todo el día de pie) los pies se hinchan. Eso sí, tampoco los compres en una talla demasiado grande. Tus pies no deben deslizarse dentro del zapato.

Tanto si compras una bota de seguridad como si no, la puntera debe ser amplia. Tus dedos necesitan espacio para moverse y, de este modo, se pueden agarrar a la superficie con seguridad.

Suela amortiguadora

Las botas de trabajo suelen ser más pesadas que cualquier otro tipo de calzado. Como están hechas para protegerte de peligros como riesgos eléctricos o impactos, tienen que ser robustas. Esto, a su vez, ejerce una presión significativamente mayor sobre tus pies cada vez que pisas. Aunque las punteras de composite y las suelas de goma pueden reducir el peso del zapato, siguen pesando más que una zapatilla de deporte.

Una suela que absorba los impactos es la solución a este problema y también será más saludable para un uso prolongado. Esta suela proporciona un buen soporte del talón, lo que garantiza que no desarrolles problemas de dolores en el talón o fascitis plantar. 

También contribuye a proporcionar un soporte adecuado del arco del pie, lo que reparte el impacto de cada paso.

Sin embargo, si ya tienes un par de botas y crees que la suela no es suficiente, siempre puedes ponerle unas plantillas. Por ejemplo, las entresuelas de EVA (Acetato de Vinilo Etileno, por sus siglas en inglés) son una forma ligera de añadir amortiguación a las botas. Aunque normalmente estas entresuelas están pensadas para el calzado deportivo, también pueden añadir un plus de comodidad a tus botas.

 

Características de confort adicionales

Si buscas unas botas de trabajo más cómodas, puedes buscar unas con cuello acolchado. El acolchado adicional alrededor del tobillo te proporcionará apoyo y te asegurarás de que no te salgan ampollas por culpa del borde del calzado.

Además, saber cómo atarte las botas correctamente puede marcar la diferencia y aliviar presión en zonas doloridas, como los dedos, el talón o el tobillo.

Cuidado de la salud de tus pies

Aunque tengas las botas con puntera de acero más cómodas del mundo para estar de pie todo el día, al final del día de trabajo es posible que te duelan los pies. Por desgracia, no estamos hechos para estar de pie todo el día y, si lo hacemos, sufriremos consecuencias. Sin embargo, puedes hacer algo para que esto sea más llevadero.

 

Haz descansos

Si llevas botas porque vas a hacer una excursión larga, planifica descansos durante el día. Si trabajas de pie toda la jornada, asegúrate de hacer pausas para comer y tomar café sentado. Puede que te apetezca quedarte junto a la cafetera para charlar con tus compañeros, pero tus piernas y tu espalda te lo agradecerán más tarde.

 

Cámbiate de zapatos

Incluso las botas más cómodas para caminar todo el día pueden provocarte juanetes y ampollas, sobre todo si las usas varios días seguidos. En cuanto llegues a casa, quítatelas y deja que los pies respiren. Si puedes, lo mejor es caminar descalzo. Opta por unos calcetines de lana o unas zapatillas cómodas si hace mucho frío.

Además, intenta rotar el tipo de calzado que te pongas. A menos que tengas que llevar botas como parte de tu uniforme o por razones de seguridad, opta por zapatillas de deporte o mocasines para darte un respiro. Si las botas te hacen daño en una parte concreta del pie, como el talón o el dedo gordo, llevar otra cosa de vez en cuando favorecerá que la zona mejore.

 

Masajes para los pies

Si notas tensión en los pies (sobre todo si notas espasmos musculares por la noche) intenta masajear las zonas doloridas. Puedes pedirle a tu pareja que te dé un masaje en los pies o simplemente dártelo tú mismo al final del día.

Otra buena solución es hacer rodar los pies sobre una pelota de tenis, para llegar a todos los rincones y aliviar la tensión. Incluso puedes llevarte la pelota al trabajo y utilizarla durante los descansos.

 

Pon los pies en alto

Tras un largo día de pie con las botas puestas, pon los pies en alto nada más llegar a casa para darles un descanso. Si los elevas a una posición por encima de tu corazón, las venas de tus piernas trabajarán de forma más eficiente y tus pies se curarán más rápido.

 

Ponte calcetines de compresión

Es posible que ya los conozcas si has tenido que pasar la noche en un hospital. Estos calcetines son ajustados y elásticos, llegan hasta la rodilla y sirven para mejorar la circulación sanguínea. Aunque se aconsejan sobre todo para personas que no se mueven lo suficiente (para evitar los coágulos de sangre), también pueden ayudar a quienes están de pie todo el día.

Los pies se curan más rápido si se mejora la circulación y no se producen calambres en los músculos de las piernas por estar mucho tiempo de pie. Solo tienes que asegurarte de que no te aprietan demasiado y te bloquean la circulación.

 

Lo primero eres tú

Como hemos visto, estar de pie con botas todo el día es viable, ya sea por trabajo, por viajes o por cualquier otro motivo, pero tienes que cuidarte para evitar problemas de salud. Y, sobre todo, asegúrate de comprar botas que se adapten perfectamente a ti y que apoyen tu postura en la medida de lo posible.

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