Buenas condiciones de vida, mejores condiciones de trabajo: la opción de Timberland para la República Dominicana
La economía de la República Dominicana ocupa el noveno puesto entre los países de América Latina y, en los últimos años, ha experimentado un importante crecimiento, uno de los más rápidos registrados en América Central y América del Sur. La elevada inversión del gobierno en educación, junto con un crecimiento estable del turismo, han repercutido en un aumento significativo de la renta per cápita, un descenso del desempleo y un crecimiento sostenido del PIB.
A pesar de estos alentadores datos económicos, el gasto social sigue siendo bajo comparado con el de otros países de América Latina, al tiempo que la deuda pública sigue creciendo de forma constante, lo cual expone a la República Dominicana a las fluctuaciones económicas del exterior. Además, la ubicación geográfica de la isla, junto con su pasado geológico y las dificultades del gobierno para hacer frente a los desastres naturales siguen situando a la zona en una posición muy delicada ante los fenómenos geológicos y climáticos, como los huracanes y los terremotos. Se calcula que entre 1980 y 2008 más de 2,65 millones de personas sufrieron desastres naturales en este país, aproximadamente 1/4 de la población actual.
En 1981, Timberland inauguró una de sus plantas más productivas en Santiago, la segunda ciudad más poblada del país. En la actualidad, el complejo industrial ofrece empleo a más de 3000 empleados e incluye dos curtidurías que producen 3,9 millones de zapatos al año. Se trata de la instalación de Timberland con más empleados del mundo. Desde su llegada al país, la idea de Timberland y de su empresa matriz, VF Corporation, siempre ha sido la de ir más allá de la mera producción y contribuir de forma significativa al bienestar de los trabajadores y de la zona en la que viven. Hoy más que nunca, la República Dominicana necesita escuelas, trabajo y una infraestructura adecuada. El constante crecimiento económico acompañado por el aumento del turismo, la agricultura y la fabricación debería combinarse con la ampliación del suministro de electricidad y agua potable y con la mejora de las condiciones laborales de la población.
En términos económicos, la presencia de Timberland tiene un efecto importante en la comunidad ya que el sector textil y de la ropa es la segunda fuente de empleo en los países en vías de desarrollo después de la agricultura. Además, un elevado porcentaje de los empleados en este sector son mujeres. Este es el motivo por el que Timberland siempre ha demostrado interés por realizar su aportación a la comunidad con el paso de los años y, en muchos casos, las prioridades las establece su propio personal.
Por ejemplo, a través de una serie de encuestas, la empresa ha averiguado que una de las principales preocupaciones de sus empleados es la educación y el cuidado infantil. En la actualidad, el sistema educativo de la República Dominicana ocupa el puesto 137º de la clasificación mundial formada por 144 países, un problema que está directamente relacionado con la grave falta de preescolares y guarderías. En otoño de 2017, Timberland y VF Corporation contribuyeron con la adición de tres nuevas clases a la guardería Cienfuegos, una instalación creada especialmente para el cuidado y la educación de los hijos de los empleados de Recreation Footwear Company y Sun Jade, ambas propiedad de VF Corporation. El proyecto, desarrollado en colaboración con la Breteau Foundation, implica la incorporación inmediata de 150 alumnos más, con profesores nuevos y material educativo moderno y suficiente, así como un programa para jóvenes mayores de 18.
Otra cuestión de máxima importancia para Timberland es el acceso a los recursos primarios como el agua potable. Aunque las condiciones de higiene y salud han mejorado en los últimos años, el abastecimiento total de la población en términos de agua potable e instalaciones de baño sigue estando muy alejado del promedio de seguridad (que se situaría en un 95 % aproximadamente). El 94,5 % de la población urbana tiene acceso a un suministro básico de agua potable, pero la cifra se reduce hasta el 86 % en las zonas rurales. El porcentaje relativo a las instalaciones de baño es todavía más bajo, y se reduce hasta el 86 % en el caso de la población urbana y hasta el 75 % en la rural. Solo el 47 % de las escuelas tienen acceso a agua potable y únicamente el 60 % disponen de instalaciones de baño suficientes. Hoy en día el problema está relacionado con la purificación del agua y un sistema irregular que sigue siendo insuficiente para las necesidades de toda la población. Por este motivo en 2014 la empresa contribuyó a la construcción de dos torres de agua potable en colaboración con las ONG Children International y Planet Water Foundation. Estas instalaciones se pusieron a disposición de las escuelas de primaria de Santiago y se diseñaron para suministrar 10 000 litros de agua potable a más de 2000 personas.